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ESTUDIAR INGLÉS.

¿Para qué? (15)

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 De mi ex alumna Gema Angulo Domínguez siempre he destacado dos cosas. Primero, un gran nivel de inglés. Aprobó su B2 en diciembre, 2010 y cinco años más tarde sacó un 196 (todo un récord) en el examen de C1. Segundo, y más importante todavía, una energía sin límites y una sonrisa de oreja a oreja que nunca desaparece.

Gema ha encontrado un hueco en su agenda esta mañana de septiembre, justo antes del comienzo del curso 24/25 para verme y ha entrado por la puerta con la misma energía y sonrisa y eso que acaba de terminar una guardia de 17 horas en Aparato Digestivo en su hospital, El Hospital de Valme. ¡Casi nada!

Me recuerda que empezó a estudiar conmigo en quinto de primaria y que después de sacar sus dos títulos se matriculó en medicina en el Hospital Macarena, haciendo las prácticas en Virgen del Rocío. Tras terminar la carrera, y con la pesadilla de la pandemia en medio, se presentó a los exámenes del MIR en marzo, 2021.

-un año muy difícil- me comenta. -Por un lado, apenas podía salir de casa. Sólo podía centrarme en mis estudios pero por otro lado no podía despejarme, desconectar….

Ya en cuarto de medicina, Gema había tomado la decisión de especializarse en Aparato Digestivo.

-Hay mucha patología- comenta -Es un campo muy amplio.

Empezó a trabajar en El Hospital de Valme como médica residente donde uno de los médicos, el Dr. Manolo Castro, fue una influencia decisiva debido a su gran “sabiduría”.

-Un hombre serio pero encantador con nosotros los residentes.

Le pregunto a Gema por qué es tan importante tener conocimientos de inglés.

-Mi disciplina requiere una constante actualización. Toda la literatura en mi campo de trabajo viene en inglés y aunque mi primera intención es seguir trabajando en Sevilla cuando termine la residencia, no tendría ningún problema en ir al extranjero si hiciera falta….

Y, para terminar, le pregunto cuál es la aptitud más importante para el médico de hoy.

-Tener empatía- me contesta con rotundidad. -En la carrera nadie te explica cómo desarrollar este aspecto del trabajo. Tengo pacientes muy jóvenes, uno ahora todavía adolescente, con patologías complicadas. Es tan importante saber transmitir tranquilidad y seguridad, entender sus miedos incluso en las situaciones más difíciles.

Después de la foto de rigor, damos por concluida nuestra charla. Gema se prepara ahora para su período de rotación externa en hospitales de Cádiz, Córdoba y Madrid antes de volver a visitarme. Termino con la sensación de haber aprendido mucho esta mañana de una persona que, a pesar de su juventud, posee como su admirado Dr. Castaño, una gran sabiduría.